Fotografía publicada por el diario "Malaga Hoy".
 
Eileen Bush, una británica afincada en Cómpeta (Málaga) desde hace diez años, celebrói ayer su funeral en vida, un acto que ha coincidido con su 80 cumpleaños y en el que ha agradecido todos los días de su existencia y el "milagro" que ha supuesto cumplir esa edad.
"El día que yo me muera, quisiera estar vivo, para ver si a mi entierro, van mis amigos", dijo el humorista valenciano Luis Sánchez Polack, "Tip", una paradoja que Bush ha llevado hoy a la práctica, experimentando la extraña sensación de escuchar lo que sus familiares y amigos habrían dicho de ella en su despedida de este mundo.
El hotel Balcón de Cómpeta ha sido el escenario escogido para dar este peculiar último adiós a Bush, en el que no han faltado el coche fúnebre y el ataúd.
La protagonista ha explicado a Efe que hace un año que empezó a plantearse la posibilidad de organizar su propio funeral, una celebración a la que pudieran asistir sus allegados y amigos para agradecerles el cariño recibido durante todos los días de su vida.
Bush casi no puede creer que haya llegado a los 80 años, ya que cuando era joven estuvo aquejada de múltiples enfermedades, tuvo muchos ingresos hospitalarios y los médicos le auguraron que no llegaría al medio siglo de vida.
Sin embargo, según sus amigos, nunca perdió su carácter "vitalista, entusiasta, divertido y optimista", que le han llevado a poner en marcha esta iniciativa, que más de uno ha calificado de "locura" y que ha revolucionado en los últimos días el municipio de Cómpeta, de unos 4.000 habitantes, enclavado en el interior de la Axarquía malagueña.